Informaciones obtenidas en el castillo de Hauptman

Diarios del barón:

* Se trata de un libro escrito en un latín medieval bastante difícil, con una caligrafía apenas inteligible, además está escrito en bustrofedón (cuando una línea de texto llega al borde derecho de la página, continúa en la línea siguiente desde la derecha hacia la izquierda, es decir, que el texto va “haciendo eses”), lo que complica todavía mucho más la lectura. Los diarios del barón estaban compuestos por decenas de volúmenes, pero el barón se dedicó a quemar buena parte de los mismos antes de irse, y muchos de los que quedaron se encontraban en estado de putrefacción debido a los años (el barón llevaba SIGLOS escribiendo sus diarios). A continuación te describo las pocas informaciones que ha podido extraer Otto Flick del material que los investigadores habéis podido salvar:

* Lo primero que llama la atención es que presumiblemente la persona que escribe los diarios es la misma desde el siglo XII (¿o serán los diferentes barones que han ido contribuyendo al mismo diario a lo largo de los siglos?). Curiosamente, el autor anuncia a veces que ha realizado un “cambio de cuerpo”. El último cambio de cuerpo al que se hace referencia menciona al Conde Spanglais (te recuerdo que cuando buscasteis información en las catacumbas de la iglesia de Drovosna, averiguasteis que un tal Conde Spanglais visitó al barón hacía un buen puñado de años y desde entonces desapareció).

* En los diarios se mencionan muchos viajes relacionados con la Hermandad, el barón ha estado viajando literalmente por todo el mundo desde hace varios siglos, estableciendo contactos aquí y allá, con fines que no puedes conocer a partir de la lectura de los diarios. Te llama la atención un viaje realizado a la Gran Biblioteca de Celaeno, ya que en tu vida has oído hablar de la misma. Se habla del “joven amo Edward”, que acompaña al barón a la Gran Biblioteca.

* El “joven amo Edward” es una referencia bastante frecuente en las últimas décadas, también se le llama “el Elegido”; el barón habla emocionado del especial destino del Elegido, que “consumará la profecía” y “desatará el poder de los Dioses Antiguos sobre la Tierra”. Se menciona al doctor Cornwallis (ver las notas que tienen que relación con las aventuras anteriores al viaje a Rumanía), que supuestamente encontró al Elegido estudiando complicadas genealogías.

* Otros datos que quizá pudieran ser interesantes hacen referencia a la biografía del barón: al parecer, el primer barón Hauptman participó en las cruzadas, luego viajó a la India en donde estudió brujería; se menciona un viaje a África para buscar a los “descendientes del Profeta”, y la creación de la Hermandad de la Bestia para buscar al Elegido; también creó una orden de caballería durante la Edad Media, los Caballeros Teutónicos, con la intención de utilizarla como tapadera para la Hermandad de la Bestia, pero el resto de caballeros acabaron descubriendo sus planes y expulsándolo de la orden que él mismo había creado. Por último, resulta interesante la mención de varios brujos del pasado de los que Otto Flick ha oído hablar en mayor o menor medida: al parecer el barón consiguió sacar un libro llamado “De Vermiis Mysteriis” de la celda de su autor, Ludwig Prinn, antes de que éste fuera ejecutado por actos de brujería; aparte se menciona una visita de John Dee, el famoso astrólogo y sabio, que aprovechó su estancia en el castillo del barón para traducir libros de magia negra.

Aparte de los diarios del barón, también encontrasteis un libro con el título “De Bestiae Fraternitatis”, cuyas páginas están llenas de complicados árboles genealógicos que se remontan hasta el antiguo Egipto; las últimas páginas están arrancadas, y los últimos nombres llegan hasta finales del siglo XVIII. Además se expone una breve historia de la Hermandad: se habla de cómo el barón conoció a un brujo asiático llamado Lang Fu mientras ambos estudiaban astrología en Damasco, de cómo descubrieron “la profecía” y viajaron a África para encontrar a los descendientes del “Profeta”, de cómo destinaron sus esfuerzos para encontrar al Elegido, de cómo se ha intentado convocar a la Bestia en el pasado con “elegidos” inadecuados (las fechas de estos intentos coinciden con acontecimientos funestos: pestes, terremotos, inundaciones…) y finalmente cómo el “amo Edward” es el verdadero Elegido y conseguirá que los Antiguos Dioses vuelvan a gobernar sobre la Tierra.

A este libro le acompañan dos documentos: el esbozo de un mapa que corresponde a la situación de la tumba secreta del sacerdote Nophu-Ka, un sacerdote-brujo egipcio muerto hace miles de años; una hoja de vitela en la que hay escrito una especie de cántico o ritual para “llamar a la Bestia” (hay otras estrofas en las que se despide a la Bestia, y se le ordena que se vaya).

Más información: encontrasteis una caja misteriosa, que Otto Flick reconoció como una caja muy usada en las ciencias ocultas, cuya cerradura consistía en un rompecabezas: si se fallaba al resolver el rompecabezas, el contenido se destruiría. Pero no hubo ningún problema porque Otto Flick lo resolvió como si fuera un juego de niños. Dentro de la caja se encontraba un trozo de papiro en el que había escrito en árabe el siguiente párrafo:

“…y se soñó de nuevo con el sacerdote Nophu-Ka, y con las palabras que pronunció en su muerte; cómo el hijo se alzaría para reclamar el título, y que el hijo dirigiría el mundo en nombre de su padre, y vengaría la muerte de éste, y llamaría a la Bestia a la que se adora, y las arenas beberían la sangre de la semilla del Faraón; y esto es lo que profetizó Nophru-Ka”

Más cositas: un pergamino escrito en CHINO, que no habéis podido descifrar todavía; un par de botellas con un líquido espeso y de color dorado; una receta para fabricar “hidromiel espacial”; una piedrecita con un símbolo pintado:



…Y por supuesto, un voluminoso libro, de escritura aún más desquiciada que los diarios del barón… el titulado De Vermiis Mysteriis, que Otto Flick ha intentado leer en varias ocasiones con graves consecuencias para su salud mental… de este libro ya hablaremos en la próxima sesión.