CAPÍTULO VII. LAS MARAVILLAS TECNOLÓGICAS DE LA NWI (FRACASO!!!)

Londres es un hervidero de pánico: todo el mundo teme ser la próxima víctima del "loco de la escopeta"; para colmo, los hombres de mala reputación pueblan las calles, ansiosos, buscando algo o a alguien, y esto hace que la gente de bien esté todavía más intranquila. Aparte, los investigadores saben que la Hermandad de la Bestia está moviendo las piezas para ejecutar su (todavía desconocido) plan maestro... ¿serán capaces nuestros héroes de detener a los enloquecidos adoradores de los Primigenios? ¿o perderán sus últimos resquicios de cordura al contemplar como el Mal Superior se adueña del mundo?

Los investigadores se esconden en "Cryford Mannor", la humilde mansión que David Cryford tiene en Kensington, a las afueras de Londres, y durante su primera noche allí son sorprendidos por un extraño fogonazo y la aparición de un ser horrendo que los ataca... hasta que desaparece misteriosamente con otro fogonazo. Por la mañana, además de descubrir que la policía ha estrechado el cerco a su alrededor, los investigadores se encuentran con un anuncio muy interesante en el periódico: se trata del anuncio de una exposición tecnológica de la NWI en Londres. Así pues, deciden ir a curiosear, no sin antes despitar a la policía con un plan de fuga exitoso. En la exposición, los investigadores descubren que uno de los científicos que trabaja para la NWI en realidad es un sanguinario asesino alemán que parece haber desarrollado un sistema tecnológico para influir en la voluntad de la gente... sin embargo, antes de sacar alguna información útil de él, Otto Flick se deja llevar por los sentimientos y lo mata de un disparo en la frente.

Como de costumbre, los investigadores huyen del lugar de los hechos, y más tarde reciben la llamada de uno de los estudiantes que trabajan en la exposición, que dice ser en realidad un espía contratado por una empresa rival de la NWI para que les vendiese información. Se llama William Smith, y al parecer ha descubierto algunos secretos que van más allá de la mera investigación tecnológica... quiere compartirlos con los investigadores, para lo cual conciertan una cita. Aquí empezará la siguiente sesión de juego.

Por otro lado, mientras esperan a que Otto Flick y David Cryford se entrevisten con William Smith, el resto del grupo es sorprendido por la policía en la pensión de mala muerte donde se alojan. Huyen desesperadamente por la calles de Londres, pero para su desgracia se topan con una camarilla de matones de Joe el Gordo... y el resto está escrito con sangre en los Anales de la Historia Chtulhoidea... William Hossmainer consigue escapar y perderse por las calles londinenses... pero los hombres de Joe el Gordo dan alcance a uno de los Colt... Stephan Colt, que ve cómo su compañero está a punto de enfrentarse a una más que probable muerte, saca su rifle...
... apunta ...
... dispara...
...
...
... y los sesos de Brian Colt estallan por los aires ...

FIN DEL CAPÍTULO
***

RECORTES DE PERIÓDICO:

EL "LOCO DE LA ESCOPETA" MUERE EN UN TIROTEO
El que a hierro mata, a hierro termina

Hoy Londres puede respirar más tranquilo: ayer fue abatido el criminal conocido como "el Loco de la Escopeta", que ha estado aterrorizando a los londinenses durante las últimas semanas. Según testigos presenciales, el "Loco" y otro tipo misterioso huían de un grupo de hombres cuya identidad todavía no se ha esclarecido (según apuntan las investigaciones de la policía, podría tratarse de matones de una banda de delincuentes), y cuando dieron alcance al "loco", su misterioso compañero sacó un arma de fuego, le disparó en la cabeza (matándolo en el acto), y depsués salió corriendo. La policía está desconcertada ante esta situación, aunque todo apunto a algún tipo de ajuste de cuentas entre delincuentes (...) La versión de otro testigo resulta bastante curiosa: este testigo afirma que cuando el "loco" fue alcanzado por sus perseguidores, miró a su compañero, le hizo una seña, y el compañero asintió con la cabeza y finalmente disparó; esta versión resulta todavía más desconcertante, por eso ha sido desechada por la policía que (bla bla bla...)


Un curioso anuncio en el periódico:

¿Es usted un enclenque? ¿Se ríen de usted por su lamentable físico? ¡Deje de preocuparse! Ahora usted podrá tumbar al más fortachón del barrio con la técnica oriental del profesor japonés Yatemeto Toyinas. ¡Con sólo dos dedos! Sí, ha leído usted bien, con sólo dos dedos, apretando en el lugar adecuado dejará inconsciente incluso al mismísimo Goliat. No lo dude más y venga a vernos a nuestro gimnasio junto a Picadilly Circus, e infórmese acerca de nuestras ofertas. Dejarán de reírse de usted, ¡por las buenas o por las malas!

Joder Rober que currado. Jajaja que grande " El último dia de los Colt" Y las toallinas chinas

William Smith, el espía científico infiltrado en la New World Incorporated, convence a los investigadores para que asalten la exposición tecnológica con el propósito de hacerse con la documentación que confirmaría los planes terroristas de la Hermandad (ataques simultáneos en las ciudades más importantes del globo, perpetrados por las víctimas de los implantes cerebrales del Dr. Dieter). William afirma tener un contacto dentro de los trabajadores que se encargan de desmontar la exposición de la NWI, que les facilitará el acceso en la alevosía y la nocturnidad.

Y este fue el primer error de los investigadores, fiarse ciegamente del plan de William Smith: el contacto dentro de la NWI resultó ser una víctima más de los implantes cerebrales, de tal manera que guió a los investigadores hasta un sótano, donde quedaron encerrados y con la compañía de un asombroso artefacto, un robot descomunal con cuatro brazos mecánicos y un cañón que disparaba descargas de energía, manejado por Mycroft Holmes (¿el barón Hauptman?) desde una cabina blindada.

La falta de organización de los investigadores tiene como resultado la muerte de David Cryford, literalmente estrujado por uno de los brazos mecánicos del robot. AL final, los supervivientes consiguen acceder a la cabina (de la que Mycroft Holmes ya ha huido), a través de una brecha abierta por un disparo perdido del cañón del robot. Siguen el rastro de Mycroft hasta una habitación que tiene dibujado en una de sus paredes un Portal... presumiblemente Mycroft ha huido a través de él, pero los investigadores no saben a dónde conduce... Por otro lado, en la misma habitación hay, metida en una especie de maleta, una bomba con una gran carga de explosivo... por supuesto, está activada.

De nada sirvió que se hubiera incorporado recientemente al grupo de investigadores un conocido ex-anarquista, con notables conocimientos de explosivos: no se atrevió a intentar desactivar la bomba... pero sí se atrevió a cruzar un Portal Arcano, junto con Stephan Colt, hacia no se sabe dónde, aunque tampoco les dio tiempo a darse cuenta de dónde estaban, ya que fueron devorados vivos por una horda de Byakhees. Al menos se llevaron la bomba al otro lado... este fue su último acto de heroísmo.

De nada sirvió que, pasado un rato, Colt y el anarquista no volvieran... William Hossmainer se armó de valor y cruzó el portal. Mientras era devorado por los Byakhees, pudo ver signos de una gran explosión y los restos de sus amigos y, eso sí, de un montón de monstruos también. Deseamos que fuera un pensamiento estimulante en el delicado momento de su evisceración.

Otto Flick, al ver que ninguno de sus compañeros regresaba, optó por la vía prudente, e intentó volver por la sala del robot. Tuvo mala suerte, y fue alcanzada por uno de los rayos perdidos del diabólico artefacto. Como ya estaba muy debilitado por el combate anterior, su esperanza se fué junto con su vida...

Al amanecer del Día de la Bestia, Hauptman, Edward Chandler "el Elegido" y sus secuades invocan a la Bestia en las Arenas de los Tiempos, en la meseta de Gizah, mientras los ataques terroristas se suceden por todo el mundo, y para colmo los Dholes devastan y aterrorizan a la hombres por los cinco contienentes... pero los propósitos de la Hermandad no consisten en la mera destrucción del mundo conocido...

...La humanidad vive el último momento de su existencia, y lo sabe. Pero entonces surge un hombre, Edward Chandler, que mediante hechizos consigue doblegar a las horroras criaturas y neutralizar los ataques terroristas. En el acto, la humanidad entera se rinde a los pies de su salvador, que desde ese momento en adelante tendrá el control sobre todas las naciones de la Tierra y será su Sumo Gobernante.

Y así acaba la historia. Este grupo de investigadores no fue capaz de frustrar los planes de la Hermandad de la Bestia, y es más que probable que el declive político, económico y moral de nuestro tiempo se deba a esta derrota.

Hay un final alternativo, que consiste en que Joe el Gordo desbarata los planes de la secta, (con la ayuda del niño Sancho "el peruano", por poner un ejemplo), pero este lo dejamos por si volvemos a jugar a Chtulhu en el futuro (me gusta que los "universos de juego" tengan continuidad en mis partidas).

Para los que no lo conozcan: el de arriba es un Byakhee clásico, y el de abajo uno más moderno, para aquellos que no gusten de lo retro: